Antes, hablo de no hace tanto tiempo, en los anuncios (que son reflejo de la sociedad) se podía ver como la experiencia se valoraba y la experiencia la da los años.
Aquí vemos el ejemplo perfecto, un mayordomo cuarentón que sabe hacer su trabajo y que como tal puede aconsejar sobre el uso de un limpia hogar.
Sin embargo hoy en día a nadie le gusta hacerse mayor, ya nadie quiere tener arrugas, y por lo tanto ya los anuncios no lo muestran.
Y ahora el mayordomo de Tenn es un guaperas juvenil cuyo cutis luce más que las baldosas que supuestamente limpia. La juventud y la belleza se han impuesto a la experiencia y la sabiduría.
Así están las cosas.
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